Día 43
- Andres Munini.
- 25 feb 2018
- 2 Min. de lectura
El sol comenzó a calentar la carpa y me desperté todo entumecido, fui el primero en salir y comencé a preparar mis cosas para partir, ya un poco descansado, me quedé en los rayos del sol para recibir el calor que anoche me faltó. Luego de que terminamos de guardar las cosas, nos despedimos, ello siguieron su viaje y yo continué rumbo a Los Andes. En el camino me topé con el Lago Portillo, donde allí paré a conocer, me tomé unas fotos y filmé un poco, me senté en una piedra y me puse a contemplar el paisaje. Frente al Hotel del lugar, conocí a Daiana Pillati, una Brasilera que estaba recorriendo el mundo en bicicleta por lo que charlamos y nos tomamos una foto, luego nos despedimos y continué el camino hasta los caracoles, donde al parar a un costado, luego de una curva, me cruce con otro motero, que nos sacamos una foto juntos y charlamos un poco de los viajes. Nos despedimos y seguí camino, entre montañas y llanuras, curvas y contra curvas, BetiAna disfrutaba el zigzagueo en su cuerpo que acompañaba la dirección de la ruta, moviéndonos de lado a lado, subiendo y bajando, una montaña rusa de emociones y sensaciones, de estar viviendo esto ahora, hoy. Luego de varios kilómetros llegué a los andes, y paré en una estación de servicios para agarrar señal de wifi, al conectarme me comunico con mi familia y con una amiga que aquí vive, luego de un rato me responde que me estaba esperando en una estación de servicios cercano a su casa. Me dirigí hacia allí y al llegar nos saludamos y nos dirigimos a su hogar, quien amorosamente y con puertas abiertas me recibió. Ella debía ir a trabajar pero se quedó para atenderme a mí, realmente una genia mi querida Angélica, me atendió como un rey y me cocinó churrascos con huevo frito y papas fritas, se pasó con eso. Luego me prestó su cama para descansar y aquí estoy, despidiéndome con esta frase: “El frio puede ser tu pesadilla”. Hasta Mañana!
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