Día 40

Hoy día me desperté animado, pues sabía que lo que he estado esperando en Uspallata, unos papeles que debía mandarme mi padre desde Córdoba hoy llegarían. Así que sabía que mi placentera y aventurada estadía aquí se acabaría. Yendo al baño me cruce con un joven que andaba ofreciendo actividades de rafting, lo invite a charlar un poco más sobre ese tema, comentándole que escribo artículos de interés general para mi página web, a lo que él accedió a darme un poco de su tiempo, como yo me dirigía al baño, él se fue hacia donde estaba mi carpa y allí espero mi regreso. Hemos estado compartiendo mates y charlas, fotos y videos, mientras yo escribía él me iba contando la historia de su emprendimiento y de sus estudios. Luego, cuando él se retira del camping, yo me puse a hacerle un video publicitario que me había encargado, por suerte lo terminé rápido, con logo animado y toda la cuestión. Una vez que lo tuve listo, me fui a la información turística para enviarle el video haciendo uso del wifi de allí.

Luego volví al camping, donde allí estaba Joachim, esperándome para tomar unos mates, lo preparé y compartimos, luego almorzamos unos spaguettis con huevo y continuamos charlando. Iván me había tirado la idea de hacer un asado entre todos los del acampe a la noche, pero se puso feo y no se podía hacer fuego, por lo que decidí ir a comer una milanesa con papas fritas al centro, en realidad necesitaba una comida sabrosa y suculenta, por lo que le menciono a Joachim si quería acompañarme y dijo que sí. Nos abrigamos y caminando llegamos al centro, fuimos donde habíamos comido unas empanadas días atrás, pero allí no tenían milanesas, volvimos entonces más al centro y preguntando llegamos hasta un restaurante que estaba medio escondido, a decir verdad estaba detrás de otro más pequeño, pero escondido al fin. Llegamos y pregunte por milanesas al plato, precios y demás, luego le traduje a Joachim y él lo aceptó. Nos sentamos fuera del restaurant a charlar mientras nos traían el pedido, pero cuando llegó el mozo con los platos una ventisca comenzó a adentrarse donde estábamos sentados, por lo que nos ofrecen movernos para el interior del complejo, así que allí fuimos. Me trajo una milanesa que me ocupaba el plato, unas papas fritas y dos huevos fritos sobre la milanesa, estaba realmente deliciosa, ya que hace rato tenía ganas de comer milanesas con papas, pero tampoco es cuestión de comer todos los días y gastar tanto dinero, así que lo decidí como mi despedida de Uspallata y de Argentina, por lo menos por unos días o meses, ya que no sé cuánto tiempo estaré fuera del país. Luego de cenar, pedí ir al baño y el mozo me indicó, al ir, crucé por un espacio donde allí se encontraban mesas de pool que al volver le comenté a Joachim lo que había, él me dice que hace más de 20 años que no jugaba, por lo decidimos ir a jugar unas partidas ya que el precio era barato. Luego de 5 partidas, 2 derrotas netas y 3 por haber embocado la bola negra, perdí las 5 veces, pero que me divertí, sí, me divertí, y por lo menos Joachim también lo hizo, recordándome los años de su juventud cuando jugaba con sus amistades a el mismo juego.

Luego pagamos la cuenta y nos fuimos rumbo al camping, a descansar, mañana veremos cómo está el día para viajar. Me despido con esta frase: “De vez en cuando, deja tu adulto de lado y diviértete como niño”. Hasta Mañana!