Día 39
- Andres Munini.
- 20 feb 2018
- 2 Min. de lectura
Hoy me desperté feliz, como todos los días, hoy una vez mas una oportunidad vuelve a aparecer, la oportunidad de ser feliz, aunque en realidad, por más que no lo mencione seguido siempre agradezco a mi Dios por un día más de vida. Luego de tomar mates y desayunar con Thomas, él se prepara para volverse a su ciudad, con abrazos y buenas palabras nos despedimos y se marchó.
Luego, comencé a escribir, sin almorzar, pues no tenía hambre, escribí mi novela, y unos pensamientos que rondan en mi mente, quiero contarles que deseo ser algún día Director de Cine, que es mi afición, mi deseo como profesionalismo. Así que me paso escribiendo historias y novelas para poder realizarlas algún día.
Por la tarde, conocí a Cristian e Isis, quienes estaban acampando a metros de mi carpa, así que me acerqué a socializar con ellos, pegamos muy buena onda, y compartimos mates, charlas y aventuras. Ellos están viajando hace dos meses, ya en unos días volverán a sus rutinas, y Cristian aprendió a hacer malabares para sustentar gastos del viaje, por otra parte, Isis, su novia, toca el violín y lo hace de manera maravillosa, junto a él, en los semáforos, se ponen sus vestimentas de payasos y comienza la actuación, aunque más que un trabajo, lo ven como una forma de superación, cada nueva cosa que realizan es un nuevo escalón, una nueva barrera derrotada en los miedos de sus vidas, y por la otra parte, les divierte y la pasan bien, sin mencionar que también ganan dinero para poder proseguir sus sueños.
Conocí también a Iván y su novia, que en este momento no recuerdo su nombre, una parejita joven, de la zona de Mendoza, quienes en busca de tranquilidad interior y paz de tanta ciudad, decidieron ir a pasar varios días al camping, también muy buena onda, con quienes compartí mate y charlas prolongadas. También me enseñaron cosas nuevas y cosas que no conocía.
Después de despedirme de ellos, volví para mi carpa, donde ya había llegado Joachim, el Alemán quien había ido a hacer Escaladas en Penitentes, así que active mi ingles nuevamente y nos pusimos a charlar hasta tarde, ya siendo las 02:00 am, me despido de él y me voy a descansar, despidiéndome con esta frase: “Es conveniente que te sorprendas en la vida, no que la vida te sorprenda”. Hasta Mañana!
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