Día 36
- Andres Munini.
- 18 feb 2018
- 3 Min. de lectura
Me desperté como a las 10:00 y Salí de la carpa rápido. Preparé el mate y esperé a que Joachim saliera de su carpa, como vi que no salía, fui al baño y volví, fue entonces que recién estaba saliendo de su carpa, le compartí mates y seguimos charlando mucho, almorzamos mates con pan que había sobrado de anoche con mermelada de melón, que de hecho le encantó mucho a él. Luego llegó Pedro y le convide pan con mermelada mientras él decía que a la noche nos invitaba a comer unas empanadas, a lo que Joachim y yo dijimos que estaba bien. Luego de almorzar, Joachim se fue a dormir la siesta un rato y yo hice lo mismo. Cuando me levanté me fui al baño y se me ocurrió reparar unas cosas que había que arreglar allí dentro, así que volví a buscar herramientas y él ya se había despertado y quería mates, asi que preparé el mate y compartimos la merienda, mientras, mucha más charla, a decir verdad, habla hasta por los codos jaja. Terminamos el mate y fui a los baños a reparar unas cosas, luego de eso, volví a mi carpa a dejar las herramientas, me lavé las manos y me senté frente a Joachim en las sillas al lado de la mesa y esperamos a que llegue Pedro para luego ir a comer las empanadas. Pero él no llegaba, así que decidimos ir nosotros solos, cuando estábamos saliendo del camping nos cruzamos con Pedro que venía en su moto y lo paré para preguntarle si íbamos a ir a comer las empanadas, a lo que él me respondió que él iba a comer lo que ya tenía en su carpa. Luego de eso Joachim y yo nos fuimos rumbo al centro a buscar un sitio donde comer empanadas. Llegamos a un restaurant sobre la ruta 7 y nos sentamos, vimos la carta y decidimos comprar una docena de empanadas, pero solo tenían 8. La docena costaba unos 150$ y las 8 nos salía 120$ por lo que Joachim no estaba de acuerdo en que nos cobrasen más caro por 8 empanadas, asi que yo le traducía a la moza lo que él decía, porque no era nuestra culpa que no tengan una docena de empanadas, que no deberían cobrarnos así, que estaba mal, eso decía el, yo solo traducía. Por lo que decidió no quedarse e ir a buscar otro lugar. Nos levantamos de la mesa y fuimos unos 150 metros más rumbo al centro de Uspallata donde allí encontramos otro restaurante y nos sentamos afuera del local. Vino la moza y nos dio la carta, solo costaba 10$ más la docena, pedimos 6 de carne y 6 de pollo, comimos 3 de cada una cada uno y aparte pidió una cerveza para compartir. Luego de seguir charlando, solo me dejó pagar la mitad de lo que costaban las empanadas. Después volvimos al camping y continuamos charlando por varias horas más. Me contó de la política, la religión y de las personas de Alemania y me dijo cuál sería su sitio favorito para vivir, luego también me contó que en Noruega hay 3 meses de sol y 3 meses de luna, a lo que me pareció sumamente interesante poder conocer, espero poder llegar hasta allí para presenciar lo que él me contó. A las 03:00 hs me despido de él para poder ir a descansar. Así que al entrar en la carpa, acomodé la bolsa de dormir, hice mis oraciones y ahora me despido con esta frase: “Las charlas son tiempo de calidad cuando sabes escuchar”. Hasta Mañana!
Comments