Día 34

Cada día es especial, incluso el estar parado en un mismo sitio acampando, incluso si es en un camping, donde muchas personas pasan un día o más, parando y descansando muchas veces de un largo viaje y es así como día tras día conozco muchas personas. Salí de la carpa y me fui al baño a ducharme, luego de la ducha me puse a lavar un poco de ropa, aunque no era mucha, solo una muda de ropa. Después Yair y Agus me llamaron para despedirse porque ya estaban preparándose para volver a Buenos Aires, pero primero iban a pasar por Las Vegas, Mendoza a acampar un día allí. Preparé el mate y tomamos mientras charlábamos y ellos terminaban de preparar y empacar todas sus cosas, una vez que terminaron, nos despedimos y se fueron, yo volví a mi lugar y preparé otro mate para almorzar. A la tarde fui al baño y al volver me crucé con una Kangoo que tenía ploteado “Pateando América” que estaba ingresando al camping, al pasar a mi lado los paré y les pregunté de donde eran y para donde estaban viajando, me dijeron que eran de Buenos Aires y que estaban terminando su viaje, ahora estaban volviendo para Buenos Aires desde Alaska, así que me sentí favorecido en hablar con ellos porque podrían darme consejos y quería escuchar su experiencia del viaje, por lo que seguimos charlando y ellos solo querían tomar una ducha, por lo que les indico donde estaban las duchas así que para allí se fueron y me dijeron, cuando terminemos de ducharnos, dinos donde estas así pasamos a tomar unos mates y charlamos un poco. Bueno, a todo esto pasó como una hora y media, y yo tenía ganas de comer panchos, por lo que quería ir al centro a comprar un paquete de salchichas, pan y mayonesa para cenar, pero cuando me estaba por cambiar para salir en la moto llegaron ellos, así que me puse a calentar agua en su termo para tomar unos mates, luego nos sentamos en una mesa a charlar, primero sus nombres, que no recuerdo en este momento, después empezamos a tomar mates y me contaron un poco de su viaje, iban viajando e iban bailando tango, haciendo shows en donde iban parando para juntar dinero como una de las formas para sustentar su viaje, también vendían artesanías para el mismo fin. Me contaron también los diferentes problemas que habían tenido en ciertos momentos de su viaje, como en Cartagena, para poder cruzar la camioneta para Panamá. Yo les comenté de mi viaje y les mostré las cosas que tengo para vender para sustentar mi viaje, así que se entusiasmaron un poco más y me contaron muchas más cosas, como por donde salir, porque frontera, como es el tema de las visas y del tiempo de permanencia en los Estados Unidos y en Canadá, así que me dieron muchos consejos y tips para facilitar mi viaje en temas de papeleríos y trámites. La noche se estaba haciendo presente y el mate se acabó, por lo que ellos comenzaron a despedirse, luego de unas fotos, se marcharon. Fue entonces que fui a mi carpa y me cambié de ropa y me abrigue un poco más. Después me fui con BetiAna al centro a comprar para cenar. Compré las salchichas, el pan y la mayonesa, y volví al camping. Al llegar había unos mochileros que habían llegado al lugar y que estaban por hacer asado, por lo que me acerco a charlar un poco, los tres de Buenos Aires, y luego de una charla comienzo a preparar las cosas para cenar, pero el tarrito que había conseguido para cocinar las salchichas ya no estaba, alguien me lo había quitado, por lo que pensé: “chau panchos”, pero se me ocurrió preguntarle a los mochileros si tenían algún jarrito que me puedan prestar para poder cocinar las salchichas y efectivamente tenían uno que me prestaron, así que genial! Allí me puse a calentar el agua con el calentador eléctrico primero hasta que hierva, luego usé la cocinita, le puse alcohol y cuando estuvo ya prendida puse el jarrito encima y puse las salchichas, se cocinaron rápido y comencé a armar un pancho y luego otro y otro, solo comí 4 de los 6, así que me quedan dos para mañana. Una vez que terminé de cenar, lavo el jarrito y lo devuelvo agradecido por habérmelo prestado. Luego de esto, me despido para ir a dormir, al entrar en la carpa me meto dentro de la bolsa de dormir y me despido con esta frase: “Si tiene que ser, Será”. Hasta Mañana!