Día 24
- Andres Munini.
- 6 feb 2018
- 1 Min. de lectura
Al salir de la carpa, noto que Rodolfo ya se había ido, pues él me dijo que saldría temprano pero no pensé que taaaan temprano, solo espero que pueda cruzar bien y llegue a su destino. El día estaba nublado y tormentoso, caían gotas esporádicamente y había viento. Ya siendo la siesta, luego de haber tomado unos mates conmigo mismo y escrito un poco mi novela, intenté conectarme a internet desde mi computadora, pero era tan lento que no podía hacer nada, por lo que decidí apagarla. Y al hacerlo, comenzó a llover con bastante fuerza y el viento fue en aumento, así que decidí meterme a la carpa para seguir escribiendo. Pasó toda la tarde y la lluvia no paró así que me agarró la noche y sin cenar, me bajo sueño, mis ojos ya cansados de ver entre poca luz, porque se me estaba agotando la batería de la linterna, (recuerden que la carpa tapada con el agropol es muy oscura) me bajó sueño y me acomodé calentito dentro de mi bolsa de dormir para descansar. Siendo este día muy corto, ya que no puede hacer mucho, me despido con esta frase: “Por más corto que sea tu día, disfrútalo como cualquier otro”
Hasta Mañana!
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