Día 23

Nuevamente comenzó un nuevo día, y la naturaleza me sorprendió, amaneció nublado y para cuando estaba tomando mates se despejó, luego comenzaron a aparecer muchos vehículos que estaban siendo desviados desde el paso a Chile por un alud que había sucedido recientemente, motivo por el cual personas encargadas de mantener el bienestar de los turistas que por este paso cruzan a el país vecino y viceversa, comenzaron a desviarlos a los costados del camping, lugares llamados “ pulmones” en estas situaciones, donde se desvía la circulación vehicular aguardando la habilitación de el Paso Libertadores, para luego poder desviar nuevamente la circulación a su normalidad. Mucha gente varada y esperando noticias, ya que muy esporádicamente informaban el estado de la habilitación al cruce cordillerano, mientras tanto aproveché la oportunidad para hablar con algunas de esas personas, quienes la mayoría tenia días pagos en hoteles en aquel país y que querían pasar cuanto antes, pero no comprenden el riesgo y el peligro que un alud significa. Poco después se volvió a nublar, y Héctor se marchó siguiendo su viaje hacia San Juan, así que me he quedado solo con Rodolfo que también él tenía que cruzar pero quedó varado junto a cientos. Almorcé con Rodolfo, quien me compartió café brasilero, pero a pesar de que estaba nublado hacia bastante calor. Siendo las 16:00 comenzó a tronar y la gente se preocupó mucho más, también hablé con una pareja Holandesa que quería pasar hacia Chile, pero se encontraban varados también, pero hace 3 días que ya se encontraban acampando en el lugar, solo que se les hacia tarde para entregar la camioneta que habían rentado. También hable con unos suizos que también debían volver para entregar su trafic que también habían rentado, pero como no quisieron esperar la apertura del paso, optaron por viajar al sur de Mendoza para pasar por el paso Pehuenche, a la altura de Mal argüe pero de lo que no se percataron era de que a las 20:00, en ese paso, la aduana cierra hasta las 08:00 del próximo día. A las 17:30 aproximadamente los truenos ya se sentían mucho mas fuerte y cercanos, por lo que la gente comenzó a tocar bocinas enloquecidos y se amontonaban alrededor de los policías exigiendo explicaciones al respecto, mientras muchos ya se marchaban buscando lugares donde refugiarse de la tormenta. A las 18:00 comenzó a llover y los policías advirtieron que abrieron el paso pero con lentitud y alguna demora, por lo que las personas corrían a sus vehículos para salir sin demora, a las 19:00 ya el predio se encontraba vacío y sin ningún auto dentro, todos partieron presurosamente hacia su destino, incluso también los Holandeses que estaban en el camping, que al ver la movilización, comenzaron a desarmar su carpa y a guardar sus cosas para partir rumbo a Chile. Rodolfo guardó sus cosas dentro de la carpa para que no se mojaran y dejó listas sus cosas para mañana temprano emprender el cruce de la cordillera a bordo de su compañera bicleta. Mas a la noche, la lluvia cesó un poco y él se fue a la oficina de información turística, donde allí tiene buen internet, para comunicarse con su familia, yo fui tras de él para conectarme y actualizar las redes, pero, al querer llegar y conectarme, apenas me siento, aparece Leopoldo y Natalia, los que había encontrado en el Andino de Rio Cuarto cuando estaba volviendo desde Santa Fe, recién habían llegado desde chile, tarde por el tema del alud, pero llegaron salvos y sanos al fin, que es lo que importa. Luego de estar charlando un rato largo, nos despedimos y al irse, comenzó a llover, por lo que esperé un rato bajo el techo de la oficina de turismo a que cese un poco. Cuando paró, me monté sobre BetiAna y nos fuimos al camping, donde al llegar, me metí dentro de la carpa y ya listo para descansar. Para terminar, me despido con esta frase: “No reclames el accionar de la Naturaleza, mas bien, recrimínate tú, por el accionar contra ella”

Hasta mañana!